Las aplicaciones OpenSource (código abierto) son programas cuyo código esta disponible para ser visto, analizado y modificado por cualquiera que quiera hacerlo. Esto permite que haya una comunidad de personas utilizando y mejorando el producto continuamente, logrando el crecimiento y mejoramiento continuo del producto.
Por otra parte, muchas de estas aplicaciones tienen una versión gratuita orientada para pequeñas o medianas empresas, que no pueden o no quieren realizar grandes inversiones en sistemas informáticos, pero que necesitan de sus funcionalidades para mejorar su gestión. De esta forma la empresa ahorra costos operativos de licenciamiento inicial y soporte posterior.
Cuando se trata de aplicaciones sin costo, naturalmente se da una gran difusión y utilización a nivel mundial. Esto genera una importante masa crítica de clientes, y gracias al positivo efecto comunitario, los defectos y mejoras de las aplicaciones se solucionan e implementan tanto para versiones libres y pagas del producto.
Hay soluciones OpenSource de muy diferente porte, muchas de ellas de clase mundial, lo que asegura la captación de las mejores prácticas a nivel global, así como también la incorporación de las especificidades locales a cada país, adaptando cada funcionalidad a la realidad nacional.